7 de septiembre de 2018

Keiko: Todo por la Confiep

Pedro Francke

Defiende a los productores de comida chatarra, a los agroindustriales como el fujimorista Químper y a las petroleras.

En las entrevistas e intervenciones de Keiko Fujimori de los últimos días, en tres sectores ella ha salido a defender los intereses económicos de las grandes empresas en contra de la salud pública, de los trabajadores y del interés nacional.

El primero ha sido el ataque de Keiko en contra de que haya claras advertencias publicitarias en la comida alta en grasas, azúcares y sales (comida chatarra) en la forma de octógonos. Esta acción lobbista de Keiko la reveló el presidente Vizcarra y ella posteriormente lo reconoció usando esas frases de media verdad que acostumbra.

MILLONES EN JUEGO

Quedó muy claro, sin embargo, que la feroz resistencia que los congresistas fujimoristas hicieron a estas advertencias recomendadas por la Organización Mundial de la Salud y por todos los gremios y colegios profesionales de la salud, se hacía por orden de Keiko.

Ella misma exigió a Vizcarra que se frenara la reglamentación de la ley de alimentación saludable que dispone estos avisos, a pesar de que estos informan a los consumidores y les permiten actuar con más conciencia para enfrentar la obesidad que causa enfermedades graves como la diabetes, cáncer y males cardiovasculares.

¿Por qué Keiko defiende a la industria chatarra? Resulta que hay grandes monopolios productores de comida chatarra que se verían afectados por las advertencias, como son Gloria y Alicorp, propiedad de los señores Rodríguez Banda y Romero respectivamente, ambos aportantes a la bolsa de 2 millones que juntó la Confiep a favor de la candidatura de Keiko de la que tuvimos conocimiento por la confesión de Jorge Barata de Odebrecht (que también se portó en esa “chancha”).

CONTRA LOS TRABAJADORES

El segundo ha sido la defensa de Keiko de la prórroga de la ley de privilegio a los agroexportadores. El proyecto de ley en cuestión, aprobado por los fujimoristas en la comisión agraria del Congreso, prorroga por 10 años más (hasta el 2031) el negar a los trabajadores agrarios las gratificaciones y la CTS y otorga a los empresarios la posibilidad (ya absoluta y sin ningún tipo de límites ni lógica) de contratar a plazo fijo incluso para trabajos permanentes, lo que les permite despedir sin ninguna cortapisa y así impedir la sindicalización.

Es decir, este proyecto fujimorista recorta aún más derechos laborales a los trabajadores de la agroexportación, a pesar de que eso incluso ha sido observado por los Estados Unidos y Europa por contravenir los tratados de libre comercio firmados con ellos.

Además, este proyecto de ley apoyado por Keiko prorroga por diez años más la reducción de los aportes de esas empresas a EsSalud, que en vez de 9% del salario sería de solo 6%. De esta manera resulta que todos los asegurados seguiremos subsidiando a las grandes empresas agroexportadoras en 2 mil millones de soles mientras un EsSalud desfinanciado no tiene para comprar medicinas ni equipos ni hacer las inversiones requeridas.

ALGO MÁS

Mientras defendía a la Confiep, Keiko dejó en total olvido a las pequeñas y microempresas a las cuales supuestamente se orientaba esta derecha supuestamente popular y “mototaxista”. Aunque más atención ha merecido la evidente intención de Keiko de traerse abajo a Vizcarra y sostener a Chávarry para que la libre de la cárcel, estos son temas que no hay que pasar por alto.

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