8 de octubre de 2011

EE.UU. o la irracionalidad de un gigante

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Guillermo Giacosa

En Estados Unidos, para quienes han crecido en un ambiente de colonización mental –como muchos de nuestros políticos, periodistas y empresarios–, deslumbra la cantidad de bienes de consumo. No ven como contrapartida a esos espejos de colores, la dramática pobreza de sus servicios sociales, y mucho menos perciben el drama que esa carencia genera. El problema mencionado, que ya lo señalaba John Kenneth Galbraith (exasesor de Roosevelt, Truman, Kennedy y Clinton) en su libro La Sociedad Opulenta, se ha ido agravando y hoy es parte del entramado emocional de quienes comienzan a mostrar una creciente disconformidad con las políticas económicas internas de la superpotencia. Además, está en el corazón de quienes protestan indignados contra los siniestros abusos de Wall Street. Los recortes a las prestaciones sociales, consideradas prácticamente como nocivas o “socialistas” por algunos representantes fundamentalistas del establishment económico-financiero, representan la continuidad de un pensamiento –definitivamente mágico– que cree que el éxito material (no hablo del desarrollo emocional o intelectual) solo es producto del esfuerzo individual. Lo sería, relativamente, en una sociedad realmente democrática donde todos gozaran de las mismas oportunidades. Pero, en la democracia corporativa de partido único –que es el que realmente gobierna al gigante norteamericano–, eso es imposible. Y, además de ser imposible, termina convirtiéndose en un factor que potencia la ineluctable marcha del país más poderoso del planeta hacia una crisis que podría empalidecer los trastornos vividos hasta el presente y que, asimismo, podría arrastrar al conjunto de la humanidad a una época sombría donde el poder militar sea quien trate de mantener en pie un edificio que comienza a quedarse sin cimientos.

Mi impresión es que la realidad, a pesar de la tecnología, se ha vuelto inmanejable. Estados Unidos marcha sin brújula, y nosotros deberemos perseverar en nuestros esfuerzos de integración regional pues, en tiempos de crisis, nada es más útil que una familia unida.


http://peru21.pe/impresa/noticia/eeuu-irracionalidad-gigante/2011-10-04/315085

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