25 de octubre de 2011

Hostilidad telefónica

Emilio Camacho

Una dura controversia en varios frentes contrapone al Estado con Telefónica. En juego, y en suspenso, están más de 3 mil 500 millones de soles en impuestos y la renovación o no de la muy lucrativa licencia para telefonía móvil.

La relación entre el Gobierno y la empresa Telefónica es ahora hostil. No se trata de un caso de teléfono malogrado sino de impuestos no pagados y de una probable decisión estatal de no renovar la licencia para telefonía móvil con Telefónica.

Esta historia, hasta hoy poco conocida, que puede cambiar el medio por el que los peruanos hablamos por celular, empezó cuando la Sunat acotó a Telefónica una deuda tributaria por aproximadamente 2,000 millones de soles.

Telefónica no estuvo de acuerdo y llevó el caso en disputa al Tribunal Fiscal.

Pero, el 27 de diciembre de 2010, el Tribunal resolvió que la deuda en impuestos no pagados de Telefónica (por los años fiscales de 2000 y 2001) no era de 2000 sino 2132 millones de soles (aproximadamente 775 millones de dólares al cambio actual).

Ante ese fallo, Telefónica hizo lo que muchas de las compañías más poderosas del país realizan rutinariamente: aplastar las acciones regulatorias del Estado llevando el caso al Poder Judicial, donde los más fuertes estudios de abogados se enfrentan a la débil capacidad de defensa del Estado; y a la poca preparación en unos casos y corrupción en otros de funcionarios fiscales y judiciales. IDL-R ha documentado ello tanto en la industria minera (Ver: “La impotente regulación”); como en la pesquera: (Ver: “Sanciones no aceptadas y discrepancias de pesaje”).

Siguiendo ese patrón, para no pagar la deuda,Telefónica llevó el caso al Poder Judicial.

El 17 de marzo de este año la compañía demandó a la Sunat y el Tribunal Fiscal ante el Octavo Juzgado Contencioso Administrativo Transitorio a cargo del juez Carlos Cueva Anduviza. La Procuraduría del Ministerio de Economía, dirigida por Patricia Velasco, notificada por primera vez el 4 de abril, asumió el litigio en representación del Estado.

Entonces ocurrió algo extraño. El 5 de julio, el juez Cueva remitió el expediente del caso a la Tercera Fiscalía provincial en lo Civil de Lima. Un mes después, el 24 de agosto, la fiscal Rosanna Trillo Flores determinó que la deuda de Telefónica debía reducirse en 971 millones de soles.

De un plumazo, la fiscal Trillo le hizo una rebaja de 45% a Telefónica de la deuda tributaria en litigio. ¿Cómo lo calculó? IDL-R buscó a Trillo en su despacho de la sede central del Ministerio Público pero ella no nos recibió. Cuando se la llamó por teléfono, dijo que no recordaba el caso.

La procuraduría del MEF, que si lo recuerda muy bien, planteó un recurso de nulidad el 30 de agosto.

El juez Cueva Anduviza, a su turno, dijo que el expediente ya está en su despacho, con el pronunciamiento de la fiscal. IDL-R ha confirmado que Cueva Anduviza notificó a las partes el último martes y que emitirá sentencia el próximo 17 de noviembre (ver resolución en la que se convoca a las partes).

La pelea en el CIADI

La estrategia legal de Telefónica no solo incluye al Poder Judicial sino a organismos internacionales. El 2 de setiembre, la empresa demandó al Estado ante el CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones). El proceso es tan reciente que todavía no figura en la página web de la CIADI.

IDL-R intentó entrevistar al presidente de Telefónica en el Perú, Javier Manzanares, pero solo logró hablar con su gerente de comunicación corporativa, Guillermo Denegri, quien dijo que la empresa se mantendría en silencio.

Para agregar leña a la hoguera tributaria Sunat ha hecho una nueva acotación a Telefónica, por 1741 millones de soles. Esta nueva acotación se disputa actualmente en el Tribunal Fiscal.

Frente a ese cúmulo de litigios administrativos y judiciales, el Estado respondió esta vez con inusitada decisión: le hizo saber a Telefónica que su posición en las negociaciones para la renovación de las licencias de telefonía móvil, no iba “a ser amigable”, según una fuente con conocimiento de causa.

Ahí las cosas cambiaron. El Perú es uno de los mercados más rentables para Telefónica en Latinoamérica. Y Latinoamérica, según indicó a IDL-R una fuente experta que pidió reserva de identidad, “es la tabla de salvación para Telefónica”, que confronta muy serios problemas a nivel mundial (ver recuadro).

Las licencias de Movistar para Lima y Callao vencieron en mayo y junio de este año; y la concesión de telefonía móvil de Telefónica para el interior del país vence en enero de 2012.

En ese ambiente de ansiedad empresarial, el embajador de España en el Perú, Javier Sandomingo, logró, según fuentes con conocimiento de causa, una breve conversación privada con el presidente Ollanta Humala, durante la recepción por el Día Nacional de España, el pasado 12 de octubre. Ahí, Sandomingo expresó la preocupación de su Gobierno por el tema. El presidente Humala respondió al embajador que Telefónica debe pagar su deuda tributaria, de acuerdo con lo que ha podido averiguar IDL-R.

Lo que define ahora el caso es el suspenso. Pronto se tornará en precedente.

Las cifras en rojo de Telefónica

A nivel global, Telefónica está mal. Los reportes de diarios financieros como Expansión y la sección económica de El País señalan que en España, la empresa perdió 320 mil clientes en el primer semestre de 2011, entre ellos, usuarios de internet, algo que no había ocurrido antes. El abogado Omar Álvarez, experto en telecomunicaciones de la PUCP, señala que Telefónica tiene “cifras en rojo” en Europa, por lo que depende del mercado latinoamericano, donde el peso de las operaciones se concentra en Brasil, pero también en Argentina, Chile y Perú.

Bernardo Pizarro, consultor en telecomunicaciones de Esan, señala, por su parte, que la principal ventaja de Telefónica en el Perú frente a sus pares de Sudamérica, es que manejó desde el inicio una serie de servicios. “Desde que empezó tenía el servicio de telefonía fija, larga distancia, móviles, cable, internet, esa era una gran ventaja”, dice.

Es más, un informe elaborado por la propia empresa, señala que el Perú, junto a Venezuela, fue el cuarto aportante de los 7006 millones de euros que Telefónica obtuvo como ingresos en el primer trimestre de este año (ver enlace).

Brasil es el primer aportante con el 50% del total de ingresos, lo sigue Argentina con 11%, Chile con 9% y el Perú y Venezuela con 8%.

http://idl-reporteros.pe/2011/10/22/hostilidad-telefonica/

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