11 de julio de 2013

Frialdad


Jerónimo Centurión


Como cada año, junto a los circos, las apuestas con respecto a qué ministros dejarán sus pomposos cargos, el turrón doña pepa y los planes por Fiestas Patrias, el mes de julio nos trae cifras actualizadas sobre la cantidad de niños que mueren de frío en la sierra peruana.

Gracias a nuestros modernos teléfonos y su pantalla HD podemos enterarnos cada vez más rápido que, por ejemplo, este año en abril, 9 niños de menos de cinco años murieron de neumonía en Puno. En lo que va del año, van dieciséis menores que mueren por enfermedades respiratorias, donde el frío y la desnutrición confluyen de manera mortal.

El año pasado fueron 30 niños los que perdieron la vida, congelados por el frío y el hambre. En 2011, fueron 45 los pequeños que murieron sin el abrigo suficiente. Recuerdo que hace algunos años, varios canales realizaron una cruzada para obtener ropa, alimentos y dinero que ayude a mitigar la criminal ausencia del Estado en la zona alto andina.

Tengo claro que estas campañas solidarias tuvieron como punto de partida un reportaje televisivo. Este año, hasta el momento, el reportaje sobre niños muertos de frío aún no se produce.

Quizás, los productores están esperando que la cifra de niños supere la de años anteriores. Nueve niños muertos aún no es noticia televisiva. Pocos medios de prensa escrita lo reportaron, pero la repercusión televisiva es, hasta el momento, mínima.

Pero, el frío recién comienza, probablemente a finales de julio, tengamos una cifra que motive a los directores de medios a castigar a algún novel reportero, para que realice su reportaje sobre la veintena de niños que este año murieron de frío. Luego, vendrá el discurso de extremo rigor del presidente Humala, el aburrido desfile militar, las encuestas de aprobación presidencial, el análisis sobre si Nadine es o no presidenciable, por no citar los escándalos de farándula que copan nuestra prensa. Entonces, el tema de los veinte o treinta niños congelados este año pasará a segundo plano, en un país que se enorgullece de su crecimiento macroeconómico y que hoy anuncia orgulloso el crecimiento de su clase media.

Ayer, conversaba con mi amiga Eva sobre el rol del Estado, ella es un poco mayor que yo y está completamente decepcionada (con base) del rol que cumplen todas nuestras autoridades, tiene cero expectativas con respecto a este Gobierno y ningún político la entusiasma particularmente. “Eres un soñador”, me decía con tono de burla amistosa.

No le di la razón, tampoco se la negué. Le dije que, por más que estuviese decepcionado, no podría dejar de preocuparme, ni dejar de exigirle al Gobierno, a los medios de comunicación, y a mí mismo, la voluntad por hacer mejor las cosas.

Es absolutamente indignante que los medios prioricen la frivolidad barata, sobre temas realmente importantes. Pero, esa es la realidad y la medicina podría ser mejor que la enfermedad.

Sería ideal que el frío incipiente que nos afecta, a Gobierno y ciudadanos, por dentro y por fuera, comience a quebrarse, y no esperemos que algún programa dominical difunda que este año murieron 30 niños para comenzar a preocuparnos del tema y, sobre todo, para hacer algo al respecto.


http://diario16.pe/columnista/8/jeronimo-centurion/2635/frialdad

No hay comentarios: