27 de junio de 2014

La desaceleración económica y el paquete “reactivador”

Félix Jiménez

“El país no puede seguir dependiendo de los productos primarios y su exportación. Es la hora de la industria» declaró el presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI). Pero, Ollanta Humala, invitado a la ceremonia por el 118° aniversario de la SNI, les dijo que impulsaría la inversión en sectores que, por el monto de capital que requieren, «son generadores de crecimiento y empleo, como minería, hidrocarburos y telecomunicaciones, entre otros». También ofreció reducir deudas tributarias y sobrecostos laborales, simplificar trámites y disminuir los plazos de los estudios de impacto ambiental para destrabar inversiones. Humala aseguró que con este conjunto de medidas se frenaría la desaceleración económica y se impulsaría el crecimiento.

Los efectos del choque externo adverso 


El estancamiento de la economía internacional y, en especial, la desaceleración del crecimiento chino, desde la crisis de 2008-2009, sigue afectando el crecimiento de la economía peruana. Según información del INEI, la tasa de crecimiento del PBI en abril fue de 2.0%, la más baja desde octubre de 2009 cuando el PBI creció a la tasa de 1,2%. Decreció la producción de los sectores Minería e hidrocarburos (-6.1%), y también de la Manufactura no-primaria (-6.6%). El sector Financiero y de seguros fue el único que creció a la tasa más alta (13.7%), reflejando sin duda la notable expansión del crédito en soles (24.1%). La tasa de crecimiento del crédito en dólares sufrió una contracción espectacular (3.4%). Si descontáramos la participación del sector Financiero y de seguros en la contabilidad del crecimiento del PBI, en el mes de abril este habría crecido a la tasa de solo 1.4%. Es importante mencionar, además, que los datos desestacionalizados del PBI muestran que hay en curso una recesión en toda regla desde fines del año 2013.

Cuando se estanca la demanda externa por nuestros productos primarios y los precios de los minerales ya no crecen, disminuye el ritmo de la inversión extranjera y nacional, y se desaceleran las exportaciones; cuando suben las tasas de interés externas, salen los capitales del país, se paraliza del endeudamiento externo del sistema bancario y se derrumba el crédito doméstico en moneda extranjera. El impacto depresivo que tiene todo este contexto externo sobre la demanda interna, desacelera el crecimiento del PBI. Los sectores productores de no-transables (construcción, comercio y algunos servicios) pierden liderazgo y la consecuente caída o reducción de los ingresos limita la expansión de la producción del resto de sectores, como la manufactura no-primaria (principal afectada por el estilo de crecimiento primario exportador).


¿Medidas de oferta ante una caída de la demanda? 

El ministro Castilla afirmó que el objetivo del paquete reactivador es generar «confianza en los inversionistas para garantizar el crecimiento y el desarrollo del país». Castilla y Humala creen que reduciendo deudas tributarias, moderando las sanciones por infracciones laborales de las empresas y aminorando plazos de los estudios de impacto ambiental, se puede revertir la desaceleración del crecimiento originada por el alza de las tasas de interés externas y el fin del período de altos precios de los minerales.
 
Ninguna de sus medidas apunta a cambiar la fuente externa del crecimiento por una fuente interna. El propio ministro dijo que sus «medidas son de oferta, que actúan por el lado de la oferta», cuando lo que desacelera el crecimiento de la economía es un problema de demanda. ¿Será posible contrarrestar la caída de la demanda por nuestras exportaciones con medidas que actúan por el lado de la oferta? ¿Se dará cuenta el ministro de este absurdo económico? La desaceleración económica no se debe a la presencia de restricciones de oferta, sino a restricciones de demanda. Las expectativas pesimistas de los inversionistas tienen que ver con el comportamiento futuro de la demanda externa. Disminuyen sus inversiones porque el comportamiento que esperan les indica que no podrán obtener retornos altos sobre su capital. Cuando el pesimismo sobre el comportamiento futuro de la demanda está a la orden del día, como ocurre ahora en la lógica del actual estilo de crecimiento, los inversionistas evitan arriesgar.
 De lo que se trata entonces es de cambiar la fuente de demanda del crecimiento y esto, como afirmó el presidente de la SNI, significa abandonar nuestra dependencia «de los productos primarios y de su exportación».


A modo de conclusión

Hay que señalar, además, que todas las medidas anunciadas están en línea con el carácter extractivista del modelo económico y político neoliberal. Perdonar deudas tributarias por 20 mil millones de soles es una pésima señal a los contribuyentes que cumplen con todas su obligaciones y debilita más las instituciones por el riesgo moral que genera. Reducir sobrecostos laborales flexibilizando la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo, favorece la conducta rentista-extractivista, contraria a la innovación y al aumento de la productividad. Reducir los plazos de los estudios de impacto ambiental atenta contra los derechos de las poblaciones nativas y fomenta el extractivismo económico. Ninguna de estas medidas permitirá construir un Estado menos clientelista; tampoco fortalecerá el sistema fiscal y, ciertamente, no profundizará la democracia y no hará nada para reactivar la economía. Castilla y Humala, al igual que García, son los puntales del extractivismo político y económico en nuestro país.

Félix Jiménez. Economista Ph.D.  Profesor Principal de la PUCP

​http://laprimeraperu.pe/columna/la-desaceleracion-economica-y-el-paquete-reactivador/

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