16 de noviembre de 2015

El muerto se va de rumba

César Lévano

Se confirma que el exdictador Alberto Fujimori interviene con todo vigor y salud en la campaña electoral. Aprovecha para eso un régimen especial que le permite recibir visitas en su casa de campo, perdón, en la prisión de la Diroes, cinco días a la semana.

El Comercio confirmó ayer, sobre la base del registro de ingresos del Instituto Nacional Penitenciario, que, entre el 1 de agosto y el 28 de octubre, el interno condenado por crímenes contra los derechos humanos, recibió 653 visitas. Insólita demostración de energía de un personaje a quien sus familiares, con el objeto de inspirar lástima y presionar para su libertad, daban como un viejito al borde del último suspiro.

El exgobernante que evaporó millones de dólares del fisco, es decir, de todos los peruanos, realiza intenso trabajo político, según confiesa. Trabaja para la candidatura presidencial de su hija Keiko, cuya única idea fuerza es sacarlo de la cárcel.

Contrariamente a los ayes quejumbrosos de sus hijos y secuaces, Fujimori pregona su buen estado de salud. “Me siento absolutamente bien”, ha dicho a periodistas de El Comercio. “Voy a estar fuerte para la campaña”.

Lo cierto es que ya está en vigorosa campaña. Sus visitantes no son por eso simples amigos y simpatizantes. Algunos encierran claves políticas. Por ejemplo, Juan Cayro Rojas, exgerente general del gobierno regional de Puno. O Ascensión Cubas Muñoz, quien fuera socio del empresario italiano Sergio Siragusa, envuelto en las coimas y estafas millonarias por el tren eléctrico de Lima. Las prácticas de este ocurrieron en vinculación con Alan García, en su primer periodo presidencial.

El escándalo del tren ocupó la atención de la prensa peruana e italiana, y ha sido expuesto en más de un libro. Pedro Cateriano, actual presidente del Consejo de Ministros, lo incluyó en su libro El caso García.

Siragusa, que era representante del consorcio italiano Tralima en el Perú, declaró ante el fiscal italiano Vittorio Paraggio que había entregado a García, a modo de comisión, 200 millones de dólares en efectivo y 840 mil dólares en cuentas en el exterior.

¿Recordó algo de eso don Ascensión Cubas en su charla con Fujimori?

Significativa es la visita reciente a Fujimori de Jesús Barrios Araujo, gerente de la empresa minera Royal. Fujimori lo convocó para hablar sobre la minería informal y artesanal. Nada raro sería que Fujimori esté armando al tinglado para un financiamiento oscuro de su campaña.

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