26 de diciembre de 2018

El fiscal de la esperanza contra la impunidad: José Domingo Perez

María Isabel Álvarez

Vocación. El fiscal Pérez es un convencido de que se debe a la ciudadanía. En catorce años de carrera fiscal ha trabajado en Iquitos, Trujillo, Moquegua y Lima, persiguiendo a la corrupción.

-Vengo a reemplazarlo un mes por sus vacaciones.

- Doctor Pérez, aquí solo está mi cama (un catre).

- ¿Hay agua?

- Unos cilindros. Cuando caiga la lluvia, usted los llena.

- ¿Y la seguridad?

- No, tampoco. Usted mismo tiene que ser su propia seguridad.

- ¿Y el descampado?

- Usted se las tiene que ver.

Desde el 2005, un veinteañero José Domingo Pérez Gómez asumía así la difícil tarea de ser representante del Ministerio Público, la institución que representa al Estado para perseguir el delito, en una zona recóndita de Iquitos. Pérez Gómez sabía que tomaba un camino cuesta arriba.

“Usted se las tiene que ver solo”, le advirtieron. Esa frase parece ser la consigna del fiscal que tuvo que sacrificar un “Día de la Madre” porque fue destacado como fiscal adjunto provincial titular desde el 11 de mayo del 2005.

Para el hoy fiscal del Equipo Especial Lava Jato esos días de carencias marcaron su vocación por el servicio a la ciudadanía: no había pantallas de Justicia TV y tampoco tenía en frente a Keiko Fujimori o Alan García. Sus noches solitarias en Caballococha eran acompañadas por lecturas de Gabriel García Márquez.

Un año después llegó a La Libertad para tener experiencia en el Nuevo Código Procesal Penal. En 2008, parte a Moquegua para un curso y la presidenta de la Junta de Fiscales Superiores de esa región, Katia Guillén, le propone quedarse a trabajar con ella.

Se quedó tres años. Luego, ella lo trae Lima como fiscal adjunto a las recién creadas fiscalías anticorrupción que empezaron a trabajar con el nuevo Código Procesal Penal.

Nunca pasó desapercibido. En el 2011 se enfrentó al fiscal de la Nación José Peláez y el poderoso gerente general Fernando Lazo Manrique, en una investigación sobre corrupción al interior del Ministerio Público.

No viene de una familia de abogados. El gusto por el Derecho lo adquirió en la Universidad Católica de Santa María, cuando formó la Asociación Civil de Pensamiento Jurídico.

Con los casos que tiene por investigar, no tiene tiempo ni de ver televisión, pero vio 'El Mecanismo', la serie brasileña de Netflix que va sobre el caso Lava Jato. Se vio los ocho capítulos en dos días.

Pertenecer al Equipo Especial cambió sus días, sin duda. Pasó de tener una vida sumamente reservada al saludo de la gente en cada esquina, tener seguridad policial permanente, dejar de conducir, entre otras cosas. Se alteró su rutina, pero esto no hace que pierda la perspectiva.

Cree que el respaldo que la da la ciudadanía es porque el caso de Keiko Fujimori ya había madurado, y no por mérito personal. Al llegar al caso Lava Jato sus críticos decían que no sabía trabajar en equipo, pero ha formado una simbiosis perfecta con el fiscal superior Rafael Vela Barba.

Los aplausos son para el equipo, no solo para mí, ha dicho a sus colaboradores. Para el caso Lava Jato, Pérez se inspira en el trabajo de los procuradores de Fuerza de Tarea de Brasil y el juez de Curitiba, Sergio Moro. Mientras era juez.

Pérez quisiera tener un equipo de trabajo más numeroso. En su despacho trabajan unas 15 personas, entre fiscales y asistentes. También quisiera un espacio de trabajo más amplio. El coordinador del Equipo Especial ha pedido un local más amplio, pero la Fiscalía de la Nación no responde.

Además del caso de Keiko Fujimori y los aportes ilícitos que habría recibido de Odebrecht, el fiscal Pérez tiene a su cargo otras doce investigaciones. Como la que incluye al expresidente Alan García por la Línea 1 del Metro de Lima.

También investiga a Pedro Pablo Kuczynski por los pagos de Odebrecht a su empresa Westfield Capital, y dirige las pesquisas por aportes de Odebrecht a las campañas de Alejandro Toledo, Alan García y PPK.

Sin considerar las dificultades que ha podido sortear en catorce años de servicio en el Ministerio Público, José Domingo Pérez está decidido a permanecer en su institución y dar todo en la lucha contra la corrupción y el lavado de activos.

Todo indica que ni las amenazas o procesos disciplinarios lo harán doblegar. Pérez se mantiene firme y seguro.

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