Koldo Campos Sagaseta
Estimados alienígenas, de nuevo vuelvo a dirigirme a ustedes en la
esperanza de que esta carta llegue, finalmente, a su platillo volador.
De ahí que, además de los tradicionales correos, recurra también a los
medios de comunicación y Facebook para hacerla pública.
Quiero antes que nada dejarles claro que no tiene para mi importancia
alguna su repugnante viscosidad, sus asquerosas escamas o cualquier otro
lamentable rasgo de su marciana personalidad, porque sé de humanos con
mejor apariencia que son, sin embargo, mucho más nauseabundos.
Y tampoco tienen que preocuparse de convencerme, cuando nos invadan, de
que sus propósitos resulten encomiables o sean dignos de respeto, porque
también conozco humanos que disimulan con virtuosos discursos sus más
viles conductas. Por ello, si felizmente se deciden a atacar la Tierra,
les informo que quedo a su entera disposición, y que les exonero de
cualquier pago o gratificación por los servicios que, en ese benemérito
fin, pueda prestarles.
Lo que sí desearía solicitarles es que desencadenen su ataque a la mayor
brevedad y que dejen caer sus mortíferas bombas sobre nosotros sin
preocuparse en absoluto por posibles daños colaterales, dado que el fin
justifica cualquier criminal medio. De igual modo les animo a bombardear
repetidamente sus objetivos y llevar a cabo cuanto antes el genocidio
que se proponen, porque por más inocentes que pudiéramos morir no
estarán haciendo nada que Israel y Estados Unidos, con la complicidad de
la llamada “comunidad internacional”, incluyendo la tenida por
Organización de Naciones Unidas, no estén haciendo ya con demencial
insistencia y absoluta impunidad.
Si les ruego que hagan bien el trabajo y no dejen nada para el día
siguiente, y que, si es posible, comiencen su operación “Ratas de la
Tierra” por Tel Aviv y la Casa Blanca sin olvidarse de las sedes del
FMI, el Banco Mundial y la OTAN.
Si necesitan pretextos tengo a su disposición todos los que gusten,
junto a la confirmación de que ninguno es necesario, aunque siempre
podrán alegar la manida defensa propia, que Israel y Estados Unidos han
rechazado las resoluciones del Consejo de la Constelación Mongo-22, o
que los regímenes israelí y estadounidense tienen armas de destrucción
masiva y bloquean a los mongos de la Estrella Watatao.
Hasta he creado una plataforma de intelectuales y artistas que les de la bienvenida.
Agradeciéndoles la atención prestada, besa sus verdes antenas o lo que sea que tengan.
Se publica este
artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative
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