31 de octubre de 2017

Fujimorismo en contra de mujeres y niños

Claudia Cisneros

¿Cómo entender que una agrupación política se dedique de manera sostenida y aplicada a promulgar leyes en contra de los peruanos? Acá 4 casos concretos de cómo el fujimorismo desprecia a los niños y a las mujeres peruanas y prefiere defender intereses de poderes económicos y suyos propios.

Caso Lan: El fujimorismo le regala a la transnacional chilena beneficios para dejar de pagar impuestos por millones de dólares. Dinero que el Perú deja de recaudar y usar en los más pobres para que el fujimorismo de Keiko privilegie a una empresa privada, Latam Perú. El proyecto (00551/2016-CR, “Nuevo Régimen de Admisión Temporal de Aeronaves y Material Aeronáutico”) que exonera de impuestos la importación de aviones y repuestos fue impulsado y aprobado por la bancada de Keiko Fujimori y solo falta la segunda votación en el Pleno (de mayoría fujimorista). Es una vergüenza injustificable y no cabe otra explicación para esta dádiva a la empresa aérea sino que sea un favor que con favor se paga. Conclusión: al fujimorismo de Keiko no le importa perjudicar a los peruanos si ellos se benefician ayudando a una empresa.

El otro caso es el de la comida chatarra que envenena diariamente a niños y adolescentes. Allá los adultos que pueden informarse de la basura que las industrias de productos procesados les ofrecen y elegirla o no. Pero que los niños tengan que ser víctimas de la ignorancia de los adultos y de la angurria lucrativa de los inescrupulosos señorones de la Sociedad Nacional de Industrias, es un crimen. Un crimen que el fujimorismo proponga modificar, una vez más, el reglamento de la Ley de Alimentación Saludable (Ley 30021, 2013). El reglamento ni siquiera contiene las seguridades originales para el consumidor porque se modificó para beneficiar al empresariado a costa de la salud de los peruanos. Ahora quieren que el etiquetado sea favorable a la basura que empaquetan. No es casualidad que la propuesta fujimorista sea igual a la del Comité de Alimentos y Bebidas de la Sociedad Nacional de Industrias. Tampoco es casualidad que el sobrepeso y la obesidad se hayan incrementado 66% en niños y niñas de 5 a 9 años (Cenan) entre 2008 y 2014 y que el consumo de alimentos ultraprocesados haya crecido 107% en 10 años (OMS). Pronto tendremos un grave problema de salud pública. Conclusión: al fujimorismo de Keiko no le importa ser responsable de la diabetes, cáncer y deterioro de la salud de los niños peruanos porque prefiere beneficiar a grandes monopolios industriales de comida chatarra.

Al fujimorismo tampoco le importan los niños violados por la perversión de religiosos con poder y dinero. El fujimorismo de Keiko prefiere anteponer su alianza de interés económico con estas agrupaciones antes que el dolor, trauma y abuso sistemático de los más pequeños. Ya vimos cómo en marzo de este año el fujimorismo usó toda su fuerza obstruccionista en el Congreso para darles la espalda a niños y niñas del Perú negándose a crear la comisión investigadora del caso Sodalicio. Conclusión: si quienes violan a los niños peruanos son religiosos con dinero y poder, el fujimorismo los beneficiará blindándolos porque son sus aliados políticos. Al fujimorismo de Keiko no les interesa la salud e integridad física y emocional de los niños peruanos si eso implica sacrificar a un aliado político.

Pero no solo los niños no les importan al fujimorismo, tampoco las miles de mujeres violadas cada año en el Perú (15.000), ni que seamos el tercer país del mundo con más violaciones. En junio de este año, el bloque fujimorista votó para que no se les quiten los beneficios penitenciarios a los violadores. No solo tienen penas benéficas para quien, abusando de poder, destruye vidas inocentes, sino que el fujimorismo quiso asegurarse que puedan salir de prisión antes de cumplir su condena. Conclusión: cuando se trata de proteger sus alianzas de financiamiento político, el fujimorismo es capaz de defender a violadores e ignorar la cruda realidad de las víctimas, mucho menos empatizar con ellas.

Entonces, ¿qué se puede decir de una agrupación política que usa el poder temporal que le hemos delegado para legislar en contra de los más vulnerables con tal de brindarles privilegios a sus aliados económicos o políticos? Se puede decir que son depredadores de la política, enemigos de los peruanos, que mienten y traicionan a sus votantes, que no tienen alma, que no son peruanos. Conclusión: el fujimorismo es un cáncer para el Perú y solo causa daño al peruano común, a nuestro intento de patria y a la política.

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