Javier Diez Canseco
El gobierno anuncia un Proyecto de Aseguramiento Universal y un Plan inmediato que solucionarán los problemas del sector para beneficiar a millones de peruanos desprotegidos. Si fuera verdad, sería vital dado el horizonte de una crisis cuyos efectos serán crueles y duros para los sectores más pobres del país. Pero, como acostumbra García, hay mucho ruido y pocas nueces. La propuesta del ministro Óscar Ugarte es diminuta, de un “realismo” que dice mucho del pragmatismo del Partido Humanista (“algo es algo”, repite Simon, hoy aliado de García). El plan “apro-humanista” se limitaría a aumentar la cobertura del SIS en 3 departamentos (Ayacucho, Apurímac y Huancavelica) y 4 localidades más pequeñas. Allí, y solo allí, el SIS pasaría de atender el 25% de las causas de enfermedades existentes a atender el 45% (quedan fuera 55%). ¿Cuánta gente sería beneficiada por este Plan? Pedro Francke ha calculado un 6% del total nacional, una pequeñísima porción. Y, los fondos presupuestales no están asignados sino, dice Ugarte, prometidos por el MEF.
El SIS, con S/. 348 millones anuales asignados, malatiende solo el 25% de la carga de enfermedades existente en el país. La Federación Médica dice que en el desarrollo pleno del proyecto se aumentarían apenas S/.100 millones al presupuesto anual de Salud, pero la carga final de pacientes podría aumentar en 7 u 8 millones de personas. ¿Será posible con ese dinero? El Foro Salud dice que el SIS requeriría de unos S/. 1,400 millones adicionales para enfrentar con seriedad los problemas de salud: 14 veces más. No hay nada de esto en el Plan Anticrisis de García y Simon.
El Proyecto y el Plan han sido severamente cuestionados por no establecer un Sistema Único o Unificado de Salud. El Colegio Médico recuerda que el 2006 presentó un Proyecto de ley al Congreso –junto a Foro Salud– para crear un Seguro Público de Salud Unificado Obligatorio que integre operativamente al Ministerio de Salud y Essalud –cubriendo el 80% de la carga de enfermedades (morbimortalidad)– con un Fondo Único que asegure los recursos para que funcione, y que mantenga dos cuentas: una para Essalud y otra para el seguro contributivo indirecto (SIS). Pero la propuesta gubernamental se limita al SIS, que ya atraviesa por graves problemas. Y la Federación Médica, por su lado, recuerda que con Garrido-Lecca acordaron impulsar un Sistema Único de Salud que integrara al ministerio con los hospitales de las FFAA y PNP (atienden al 2% de la población) y Essalud (atiende al 20%), algo muy distinto de ampliar el desfinanciado Seguro Integral de Salud (SIS) y una microexperiencia para mejorar parcialmente la atención al 6% de la población nacional.
El Colegio dice que el Proyecto y el Plan carecen de financiamiento adecuado en medio de una reducción de ingresos fiscales, y exige establecer el presupuesto del SIS como un porcentaje del PBI. Que discrimina a los más pobres al no comprometer la cobertura del total y limitarse a planes básicos. Alerta que dispersa el financiamiento de la salud, pues mantiene y fomenta múltiples fondos y administradoras de seguros de salud, debilitando el papel rector del Ministerio de Salud. La Federación dice que se mantiene el manejo de las Asociaciones Público Privadas (EPS, AFP, clínicas privadas, autoseguros), que atienden la salud con fines de lucro, o sistemas como los Hospitales de la Solidaridad que propician prácticas inaceptables como la falta de historias clínicas y de control sobre sus servicios. Denuncia que en los planes esenciales de salud existentes son más las exclusiones que los beneficios, pues se dejan de lado las enfermedades degenerativas, el cáncer y las complicaciones que ocurren en cualquier tratamiento de salud. Advierten que se está sobrecargando al SIS sin fondos adecuados, mientras el gobierno adeuda a los hospitales del ministerio el pago de las atenciones del SIS y más de 7,000 centros asistenciales estatales carentes de médicos y condenados al colapso, sin medicinas, con infraestructura deteriorada e instrumental quirúrgico obsoleto y/o de ferretería, con trabajadores y médicos maltratados con míseros sueldos y contratos que los explotan.
Mientras se anuncian el Proyecto y el Plan, el gobierno no mejora el presupuesto del sector e incumple los acuerdos del acta firmada con la Federación Médica que permitió levantar la huelga pasada, en temas elementales como las obligaciones económicas pendientes con los galenos, las asignaciones extraordinarias (Aetas), anunciándose nuevos conflictos. Para colmo, las mafias enquistadas en el sector –que retan el llamado Plan Anticorrupción del premier Simon– han desaparecido 1,938 cajas de documentos del ministerio, en muchos casos vinculados a obras y compras.
No hay duda de que la salud está enferma. Una lástima que el ministro Ugarte –quien fuera subsecretario general de Vanguardia Revolucionaria, regidor de IU con Barrantes y SG del Partido Humanista de Simon hasta que lo sustituyó la ex congresista fujimorista Elsa Vega–no sea capaz de tomarle el pulso y siga repartiendo aspirinas para una situación tan delicada.
FUENTE:
http://www.larepublica.pe/contracorriente/26/01/2009/la-salud-enferma
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