Natalia Sobrevilla
Las curiosas decisiones de la administración Trump en momentos cruciales para el planeta
Los recientes bombardeos que involucran a Israel y a Irán, dos países con capacidades nucleares y con enconos profundos, han puesto al mundo en alerta absoluta ante el temor de una escalada mundial de hostilidades que ya llevan años tanto en el Medio Oriente como en lo que alguna vez fuera la Unión Soviética. El paso que se dio esta semana parece ser diferente a los anteriores y conlleva la posibilidad de llevar al mundo a una situación extrema.
El riesgo para todo el planeta es inmenso y el sufrimiento de miles de personas en este mismo momento es real y profundo. Las guerras ya se han iniciado y no hay manera de mantenerse indiferente ante las imágenes de lo que sucede ante nuestros propios ojos y somos incapaces de detener. El sistema internacional no encuentra la forma de lidiar con estos conflictos y, en vez de encontrar una forma de interceder, la administración de Donald J. Trump no parece hacer más que echar más leña al fuego o, en este caso, petróleo.
A pesar de haber llegado a la Casa Blanca con un discurso triunfalista que decía que podría acabar con la guerra de Ucrania en 24 horas, y que lo de Palestina ya estaba tan resuelto que se trataba simplemente de una oportunidad de convertir el territorio arrasado de Gaza en una nueva “Riviera en el Mediterráneo”, en los cinco meses desde que asumió la presidencia Trump no ha logrado nada de eso. Su enviado especial Steve Witkoff, que al igual que el mandatario tiene amplia experiencia en bienes raíces en Nueva York, pero poco conocimiento de las artes de la diplomacia, no tuvo ningún logro tangible en todas las misiones en las que participó.
Marco Rubio, el secretario de Estado encargado de los asuntos exteriores, dijo el jueves que las acciones de Israel eran unilaterales y las voces desde la Casa Blanca aseguraron ese día que la medida era peligrosa ya que podría hacer “volar” (blow up) su estrategia de negociaciones con Irán. A pesar de haber hablado públicamente en contra de una intervención por parte de Israel, el viernes Trump aseguraba que había estado plenamente informado y que pronto habrían aún más ataques. Es muy probable que Irán haya calculado erróneamente que aún tendrían una rueda más de negociaciones.
Sin duda, Israel debió de informar de sus planes a Estados Unidos y también es cierto que los norteamericanos comenzaron a mover personal esencial del Medio Oriente desde por lo menos el miércoles, pero, como informa The Guardian, esto es bastante tarde si se hubiese tratado de un plan coordinado. Ellos especulan que Benjamín Netanyahu calculó que, una vez lanzados, los ataques recibirían el apoyo de la administración de Trump ya que no tendrían como negarse a hacerlo.
De una manera similar The New York Times reporta que Trump está navegando una situación compleja dentro del PartidoRepublicano, porque, si bien por un lado todos apoyan a Israel y están de acuerdo en que se debe impedir que Irán desarrolle la posibilidad de enriquecer uranio para construir armas nucleares, muchos otros consideran que ese es un problema de Israel y no quieren que el país se vea envuelto en otro conflicto en el Medio Oriente. Recordemos que toda la filosofía de “America First” se basa en la noción de que lo que importa es lo que está sucediendo dentro de sus fronteras y no del otro lado del mundo.
Para colmo, a nivel interno, lo que está sucediendo en estos días dentro de los Estados Unidos no tiene precedentes. En la semana que pasó hemos visto imágenes de cómo tres hombres uniformados detuvieron, tumbaron al piso y esposaron a Alex Padilla, senador demócrata del Estado de California, durante una conferencia de prensa de Kristi Noem, la enviada de Trump para explicar la presencia de las fuerzas armadas en la ciudad de Los Ángeles. Como ya se sabe, durante toda esta semana la segunda ciudad más poblada de los Estados Unidos ha estado en pie de guerra con manifestaciones en contra de la intervención del personal de ICE —el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas— que busca deportar a personas indocumentadas.
Hay que recalcar que las protestas en contra de las deportaciones no suceden solo en Los Ángeles, a donde se ha enviado personal del ejército y de la Guardia Nacional. Si bien esta ciudad es el epicentro del movimiento, ya que Trump tiene una pelea aparentemente personal con Gavin Newsom, el gobernador de California —a quien ha prometido meter preso—, se han reportado hechos parecidos en por lo menos 40 ciudades de los Estados Unidos, desde Anchorage en Alaska hasta Chicago, con la concentración más grande en los estados de Texas, California, Oregón y Pensilvania. En este artículo del Independent se puede ver un mapa de las protestas que serán más grandes este fin de semana.
Mientras tanto, Trump celebra sus 79 años con una parada militar en Washington con la excusa de conmemorar los 250 años de la creación del ejército continental. Este tipo de espectáculos no es una tradición en los Estados Unidos: el mismo George Washington prefirió por mucho tiempo no tener que organizar tropas y solo lo hizo porque le fue imposible ganar la guerra solo con milicianos. El espectáculo costará entre 25 y 45 millones de dólares y unos 6.700 soldados marcharán por la capital, mientras el espacio aéreo permanecerá abierto solo para los aviones bombarderos que harán gala de sus capacidades de guerra.
Mientras el mundo arde, el presidente de los Estados Unidos está más entretenido celebrando su cumpleaños que tratando de entender los problemas tanto en su país como en el resto del mundo. No sabemos qué puede pasar en las próximas semanas, porque si bien Irán no puede competir militarmente con Israel, su gobierno puede hacer mucho daño al sentirse herido y humillado.
No sabemos aún si es el inicio de algo aun mayor, pero ver al mundo entre hombres decididos a mantenerse en el poder sin importar el costo nos pone a todos en un riesgo inmenso.
https://jugo.pe/hombres-fatuos-mientras-el-mundo-arde/
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