4 de febrero de 2025

Perú: Carta a la presidenta del Poder Judicial

Natalia Sobrevilla

Porque, quizás como nunca antes, la memoria de una Nación depende de una sola persona

Estimada magistrada Janet Tello Gilardi:

Le escribo con la esperanza de iniciar una conversación que pueda ser fructífera para la defensa del patrimonio documental del país.

Antes que nada, quisiera felicitarla en nombre de mi gremio por haber sido elegida para liderar este importante poder del Estado en el binomio 2025-2026 y por ser la segunda mujer en ocupar este cargo. Se trata de un hecho auspicioso, porque son muchos quienes no ignoramos que fue elegida por dieciocho jueces supremos y viene de presidir la Primera Sala de Derecho Constitucional y Social Transitoria de la Corte Suprema. Tenemos claro, además, que su experiencia es muy extensa en todas las áreas de la justicia, con un interés particular en la defensa de los derechos de las mujeres y las poblaciones vulnerables, y que ha sido reconocida en múltiples ocasiones, como cuando en 2018 recibió la Orden al Mérito de la Mujer.

Le escribo de esta manera pública, aunque ya junto a mis colegas lo hiciéramos en privado, para reiterarle nuestra solicitud de tener una audiencia debido a la desesperada situación del Archivo General de la Nación y su futuro incierto. No exagero si le digo, magistrada Tello, que la memoria de todos los peruanos se encuentra en sus manos. Como ya es sabido, la querella sobre la propiedad de los espacios que actualmente ocupa el AGN en Palacio de Justicia ha sido resuelta en todas las instancias. Nosotros no ponemos en duda la resolución que le da al Poder Judicial los espacios del Palacio de Justicia y, a la vez, estamos convencidos de que lo mejor para los documentos será su traslado definitivo a un local adecuado.

Al contrario de lo que algunos puedan pensar, el material albergado en la sede de Palacio de Justicia es mucho más que una colección de “papeles viejos”: se trata de la documentación en la que se sustenta lo que ha sido el Estado peruano, y donde se custodian las memorias de nuestros antepasados. Se trata de papeles que son inmensamente valiosos por lo que contienen, además de ser sumamente delicados, por lo cual no pueden ser trasladados fácilmente. Por un lado, debido  al riesgo que significa que se pierdan si no están debidamente organizados y catalogados, y, sobre todo, porque cualquier cambio brusco en la temperatura y la humedad podría llevar a que se pierdan para siempre, ya sea porque la tinta ferrosa termine de corroer el papel, o a un desprendimiento de la misma que haga imposible rescatar su contenido.

Las propuestas que se hicieron desde el Ministerio de Cultura de trasladar una parte del Archivo al estacionamiento de su edificio en la avenida Javier Prado, o a la sala Kuélap de lo que fuera el Museo de la Nación, son absolutamente impracticables porque no son espacios aptos para custodiar este tipo de material y, en el caso de la sala propuesta que está en el edificio, el piso no podría soportar el peso de los documentos. Y, si bien los sótanos del Palacio de Justicia no son ideales, el riesgo de trasladarlos temporalmente a un espacio intermedio es tan grande, que se debe intentar hacerlo solo cuando se haya edificado un lugar definitivo.  

Tanto el poder Ejecutivo como el Legislativo ya han hecho entrega de una importante suma de dinero para iniciar la construcción de un nuevo local para el Archivo. Y nosotros, desde la comunidad de historiadores y archiveros, estamos convencidos de que tener este nuevo local será la mejor solución a mediano y a largo plazo. No obstante, la amenaza de un posible desalojo del​ Palacio hace muy difícil poder concentrarse en lo más importante de momento, que es dar inicio a la construcción del nuevo local.

Como quizás sepa, ya se cuenta con el terreno, pero antes de iniciar la obra será preciso trasladar temporalmente lo que se conoce como el archivo intermedio, ya que los documentos que custodia no son tan antiguos y delicados. En este momento, para comenzar la construcción es necesario mover ese archivo y a la Escuela de Archiveros, pero tener que hacerlo bajo el riesgo del desalojo del Palacio implica un problema muy grande.

Nuestro gremio tiene la ilusión de alcanzar una solución que sea tan buena para usted como presidenta del Poder Judicial, como para todos los peruanos, que es a quienes pertenecen estos documentos. Somos muy conscientes de que el poder del Estado al que usted representa tiene necesidad de contar con ese espacio y estamos convencidos de que, en última instancia, esa será la mejor solución para todos, en tanto exista un local idóneo para el AGN en el que todas las peruanas y peruanos podamos consultar nuestros documentos.

Sin embargo, lo que de momento es crucial es hacerlo de la mejor manera posible y, sobre todo, de una forma que no ponga en riesgo la memoria del país. Un estacionamiento o un depósito no son los lugares donde deben ir esos documentos, y peor si es​ temporalmente. Necesitamos su apoyo para que se una a esta cruzada por la defensa de nuestro patrimonio documental. Estamos seguros de que con su trayectoria de defensa de los más vulnerables nos escuchará y nos ayudará a encontrar lasolución definitiva y de largo plazo que requiere este gran problema.

Sabemos que pronto tendrá una cita con el ministro de Cultura y con la nueva jefa del Archivo. Esperamos que al hablar con ellos de esta situación, tenga presente las implicancias de esta problemática tan vital, y que apoye la construcción del nuevo local​ mientras garantiza la inmovilidad del Archivo en el Palacio que usted representa, y así quede registrada en la historia del Perú como la defensora de la documentación más importante de la nación.

Es decir, como la defensora de nuestra memoria.

https://jugo.pe/carta-a-la-presidenta-del-poder-judicial/

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