Pedro CasusolAhora nos quieren hacer creer que el grupo Colina, ese escuadrón de la muerte liderado por Santiago Martin Rivas, la banda paramilitar que mataba, secuestraba, descuartizaba y quemaba a sus víctimas por orden de Fujimori y Montesinos, era en realidad un equipo de héroes perseguidos por “hacer justicia con sus propias manos”, como esa vieja serie de comedia y acción que pasaban por la caja boba: “Los magníficos”. Al menos eso es lo que quiere hacernos creer Nima Films, la casa productora que acaba de revelar el tráiler de una esperpéntica serie llamada “Grupo Colina. Justicia bajo las sombras”.
El responsable se llama Alejandro Nieto-Polo, un productor, director y guionista que dice haber estrenado, el último año, unas cinco películas y una serie que nadie ha visto, pero que, según él, se emitieron en alguna plataforma de streaming en Estados Unidos. Aquí apenas se le recuerda por su ópera prima, aquel meme hecho película llamado “Súper Cóndor” donde el actor Gerardo Zamora viste mallas y capa para interpretar al “primer superhéroe peruano” tipo Marvel. La película terminó siendo un rotundo fracaso y tal vez por eso el realizador acabó decantándose por lo que erróneamente llama “cine de guerrilla”, que no es otra cosa más que películas de acción de bajo presupuesto.
Así es como llegamos a esta serie que busca reivindicar al grupo Colina, como lo intentó Martin Rivas hace solo unos meses en una audiencia judicial previa a la sentencia de 18 años de cárcel por el caso Pativilca. En esa oportunidad, el asesino de Barrios Altos y La Cantuta lanzó amenazas aquí y allá y a todo el que quisiera escucharlo, pregonando una “palingenesia”, en otras palabras, un cambio sustancial en la narrativa de lo que fue la dictadura fujimorista. Según él, se ha cometido una terrible injusticia con los militares de esos años y con aquella banda de “renegados” que solo buscaban un tipo de “justicia bajo las sombras” para acabar de una vez por todas con esos “terrucos”.
En realidad, la serie que toma el nombre del grupo Colina se sitúa en nuestra época, con la criminalidad desbordada. Unos oficiales de la Policía consideran que los criminales a los que capturan son liberados mientras a ellos los procesan por ejercer el monopolio de la violencia. ¿Alguien dijo jueces y fiscales “caviares”? En el tráiler, los personajes se reúnen en un escondite y uno de ellos afirma: “A partir de hoy, este será el nuevo grupo Colina”. Así de cándido y barato. Un remedo de “Starsky & Hutch” pero que al mismo tiempo es una apología a la violación sistemática de los derechos humanos por parte del Estado. Otro intento burdo por reescribir la historia.
Más que reprochable o condenable, la serie que está por estrenarse en una plataforma nacional de streaming es una ignominia. “Vamos a sacar la serie del grupo Colina, pero el grupo Colina actual”, admitió Alejandro Nieto-Polo en una entrevista para RPP sin que a Alan Diez se le moviera un pelo. Lo dijo sonriendo y hasta emocionado, hablando abiertamente de esta ficción que reivindica a un grupo tan sanguinario como Sendero Luminoso. La verdad, dudo de que se trate de algo planeado o financiado desde las más altas esferas del poder. Simplemente creo que hay gente muy idiota e ignorante en este país a la que, en el fondo, le encanta la idea del grupo Colina.
Me explico: la idea de poder matar impunemente al otro, a ese que estorba, al que les malogra el paisaje con su pobreza o su color de piel. Antes secreta y hoy abiertamente, existe en nuestro país gente que añora los aspectos más sanguinarios y truculentos del régimen de Fujimori: las desapariciones, los secuestros, las esterilizaciones forzadas, las masacres, el control absoluto de los medios. Dicen que las ficciones de cada país son sus sueños y deseos ocultos. Entonces, hay gente deseando un nuevo grupo Colina, como si la única manera de salir de esta crisis fuese matarnos mutuamente.
Fuente: Hildebrandt en sus trece, Ed 717 año 15, del 24/012/2025
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